Museo de los Duendes

Un lugar bonito, pero muy chiquito. Con muchas expectativas, pero sencillo para su precio $40 x persona

Pues no no hay nada de infornacion sobre duendes mexicanos lo senti como puro negocio, museo pequeño donde solo se aprecian elfos y trolls traidos de china

Si quieren vivir una experiencia en un bosque mágico donde conoces historias y leyendas de los duendes.aquí no es, la verdad existe tanta expectativa alrededor de este museo que esperas demasiado y cuando te vas sales un tanto decepcionado: (

Nada interesante figuras de duendes y creencias de otros paises, lo único real lo de las historias de unos caballos

El concepto es muy lindo pero para dos salas de exhibición que tiene. Con muñecos chinos y de cerámica, no vale mucho la pena, ni el costo de la entrada, encuentras notas de personas que ya no quieren sus figuras y las van a donar al museo, si tienes algo así y ya no lo quieres o te estorba dónalo allá si te lo aceptan y lo ponen en alguna esquina, no te dejan tomar fotos en la tienda de regalos todo lo que venden ahí lo encuentras en la calle del Carmen cdmx súper barato. Sin afán de ofender a nadie pero las 5 o 6 fotos que encontrarás en redes sociales es exactamente lo mismo que verás en el lugar que lo recorres en 15 min.

Una anécdota acerca de que los duendes existen, y dos cuartos con duendes de juguete. Es todo. Ameno para quien disfruta el tema y cree en esas cosas. Simple y predecible para la mente racional. Sin embargo, visita obligatoria como parte del recorrido al hermoso pueblo de Huasca.

Super chiquito. Y literal a excepción de un monólogo explicado al principio de recorrido. Te pasan a 2 salas más donde tienes que leer anuncios super chiquitos y mal redactados. Bonitos los jardines pero no vale la pena.

El lugar esta muy bien decorado y te hace creer en la "magia" de los duendes, aunque el costo es elevado creo que no vale tanto la pena. Solo hay dos salas y el recorrido en general es pequeño.
Sin advertencia no hay engaño.

Es una colección de juguetes. No rescata la tradición de duendes mexicanos y se enfoca en los duendes tradicionales europeos.

Aunque el concepto es bueno. Le falta contenido para ser considerado museo. Para los niños pequeños está bien.

Sinceramente no recomiendo que pongas entre tus prioridades la visita a este sitio. Si no vas a este "museo", no te estás perdiendo absolutamente de nada. Solo hay tres salas y dos de ellas son de figuritas de duendes con "descripciones" inventadas de lo que ellos representan. A lo largo de estas salas verán que la gente deja dinero cerca de las figuritas.
Más que un museo, es una exhibición de figuritas de barro e incluso juguetes o dibujos nada más. El baño lo cobran aparte. Si no vas en carro, hay que caminar varios metros desde la entrada en la carretera. Todo el recorrido lo haces en menos de 20 minutos. No vale la pena.

Una experiencia que es parte de conocer Huasca, pero no fue lo mío. Consiste de una platica de 5 minutos y luego ver bastantes muñecos de duendes con el nombre de ellos y lo que hacen cuando les dejas ofrenda.

Bonito lugar pero no es la gran cosa, existen museos que realmente valen la pena visitar y para mí la información que dan ahí es muy poca para ser un museo.

El precio es muy accesible, pero, esperaba mas del museo, faltan historias y mas datos sobre los duendes, parece sólo como una colección de muñecos.

Recomendable para gente que cree en los duendes y le guste.
Hay que tener cuidado porqué la carretera es de 2 carriles, uno de ida y otro de vuelta, hay tráfico lento y el manejo de algunos es diferente al de la ciudad o carretera.

Sinceramente es un lugar muy pequeño, no ofrece mucho, la historia de los duendes y la pequeña colección es interesante, pero no suficiente. En mi opinión la decoración es lo más relevante, al igual que las cocadas que venden. Precio accesible de $20. Lugar para ir si te queda de paso.

Me gustó mucho el lugar. El terreno en donde está te hace sentir todavía más la creencia. Mi parte favorita fue la plática al inicio dónde te exponen y te explican sobre los duendes y sus travesuras. El museo es un poco pequeño pero aún así es bueno para ser de duendes, aunque tengas que quedarte en la noche para vivirlo más completo. Buen museo.

Es un museo muy pequeño que exhibe sobre todo muñecos que representan todo tipo de duendes. Fui hace 4 años y está exactamente igual. Creo podrían modernizar la manera de exhibir. Lo más bonito, son los exteriores.

Es un lugar muy pequeño. El costo es muy accesible 25 pesos por persona, sin embargo deja mucho a deber ya que únicamente te dan una breve explicación de cómo fue que la dueña estuvo en contacto con algunos duendes, y puedes observar varias figuras de cerámica o arcilla de adas y duendes. Para pasar un breve momento con la familia está bien el lugar. El área de restaurant es agradable sin embargo la comida no es muy buena.

Deberían hacer mas público a que hora es el recorrido de los duendes y no cobrar aparte la entrada a los baños