BALLARÓ / CASA 1900 PAN & CAFÉ

De mis panaderías favoritas en CDMX. Delicioso todo y los precios nada excesivos como en muchas otras panaderías de la zona. La recomiendo al 10000%

Excelente su pan y su café. Buenos precios. Hay que llegar temprano para alcanzar buen surtido de pan

Muy mala impresión y experiencia. No me permitieron tomar un café caliente como bebida, me obligaban a tomarlo al final de la comida. Algo ilógico por completo. Que decepción

No hay opción para reseña de panadería, pero sin duda una variedad amplia y de alta calidad. Uno de los panes de muerto mas ricos que he probado, con receta original y gran esponjosidad. Mesitas a fuera para disfrutar una lástima que no haya quien te cuente eso si es tu primera vez.

De lo mejor! El pan es económico y bueno.
Los desayunos excelentes, buenas porciones y sabor inmejorable. Recomiendo el pan francés.
Muy buen servicio!

Wir haben für 2 Personen 50€ bezahlt, leider hat das Essen und der Service nicht unseren Erwartungen entsprochen. Die Lasagne war ok, die Pecorino-Pasta dafür überhaupt nicht. Total geschmackslos und die Nudeln zu kurz gekocht. Leider war es aufgrund der offenen Türe auch sehr kalt im Restaurant. Das alles bei echt hohen Preisen für Mexico.

El pan en general es una joya! Pedi taro latte y es delicioso! Elnpan frances riquisimo y una opcion excelente para conpartir. Super recomendado, atencion excelente. Si te pasan al area de arriba el lugar hermoso 100% instagrameable

El pan es delicioso; falta un poco de amabilidad por parte de los empleados; así mismo notificar al cliente los costos adicionales de charolas para el pan

Buena atención, un poco caro para el sabor de sus alimentos pero se comprende por la zona.

El lugar es muy bonito, junto tienen panadería. Ofrecen comida de diferentes lugares de Italia pero para mi gusto, le falta sabor. El servicio muy bueno

Para empezar dos empléanos tenían el cubrebocas a mitad de nariz, mi primer molestia fue que yo estaba parada eligiendo el pan de las vitrinas cuando la chica que acomodaba en pan casi casi me quito y ya cuando pasó me dice como molesta “permiso” ni si quiera un por favor y lo peor de todo y la razón por la cual jamás pensamos regresar es que tenía su guante en la mano para mover el pan, pero con esa misma mano abría las manijas de la vitrina ‍️ Y bueno su cubre bocas mal puesto, no puedo creer como pueden agarrar así el pan.

Y después a la hora de pagar el chico nos pregunta si no teníamos cambio, a lo cual respondimos que no y de mala gana nos pide meter el billete a la máquina y mete el pan de mala gana, hasta la bolsa la aventó como molesto, lo peor es que después llego como el dueño o gerente, estaba a un lado y fingió una actitud “buena”

Deberían poner mas atención en esas actitudes, hay gente que si quiere trabajar y lo peor es que no siguen las medidas de sanidad, en medio de todo agarrando el pan así.

Compre un pastel, el pastel si estaba rico y la ambientación del lugar estaba bonita, pero el personal fue súper grosero, la chica que estaba en la entrada tenía cara de enojada y cuando le pedi ayuda para que alguien me explicara sobre los pasteles, ella con su carota y diciéndome cual quieres que te diga, es evidente que si voy a comprar un pastel la cubierta de adentro no se ve, me explico de mala gana y en cajas igual súper mal atención, debería de cuidar a su persona por que es una lástima que el sabor sea súper bueno y el personal grosero

El pan y los postres son buenos. Pero el personal de caja y la recepcionista que te da el acceso son muy pesados y groseros. Y, creo que la persona que empaca envuelve y embolsa NO DEBERÍA de cobrar ya sea efectivo o tarjeta. TODAS Y TODOS buscamos HIGIENE.

Tiene variedad de repostería desde bolillos hasta pasteles y panes más elaborados como con chocolate Ferrero o chocolate Turín o rellenos de frutos rojos, el pan es fresco sin embargo el precio si está un poco caro en comparación con otros establecimientos, pero la calidad es muy buena. Tienen muy buena higiene y las medidas sanitarias necesarias.

Cuando solicitas un plato de fruta para acompañar en el desayuno, solo y únicamente solo hay una copa de frutos rojos o un plato muy grande de fruta y no hay un intermedio, el comensal no puede pedir un plato de fruta en específico porque no te lo sirven.

No te atienden, si solo pides café. Muy mal el jefe de meseros.

Algunos platillos con omelette han cambiado.

Todo lo demás sigue siendo de muy buen sabor.

Hace tiempo que escuchaba y leía sobre este lugar y finalmente vine a visitarlo. La primera grata impresión fue que me teletransportó a las pastelerías de mi infancia en Italia. Más por la decoración que por el estilo de los panes y pasteles. Decidir qué saborear acá es una tarea muy difícil puesto que a la vista cada creación resulta muy apetitosa. Me decidí por un par de panes dulces y ambos estaban frescos y deliciosos. La atención de los chicos y chicas que trabajan acá es insuperable. Son muy simpáticos y muy atentos, una combinación poco frecuente en ningún lugar, en ningún país. Apenas entres serás saludado con una afectuosa bienvenida y las muestras de cordialidad no pararan hasta que salgas. Cinco estrellas para este tipo de atención. Habrá que seguir viniendo, y con frecuencia, para saborear cada uno de los productos que fabrican allí mismo, claramente con ingredientes de calidad. En uno de los ángulos del local se encuentra la máquina de café y su diligente barista, más que dispuesto a complacer tu gusto. Buen café por cierto y la variedad de leches que requieras, incluso las de origen vegetal. Excelente experiencia. Afuera hay una media docena de mesas y si cuentas con suerte podrás disfrutar allí tu compra puesto que no cuentan con servicio de mesa.

Nunca faltan los ricos pasteles, el increíble pan dulce y salado; su amplia variedad de panes evocan lugares distantes. Deliciosos sabores y buenos precios. Imposible elegir un favorito.

Mal servicio. Muy lento. La mesa sucia. Los huevos benedictinos pues no, no fueron benedictinos y mi platillo regular. Ya no es cómo hace unos meses!
El pan dulce excelente. Fue lo único

Era excelente. El desayuno malo. Los huevos benedictinos mal hechos y secos. El
Omelette pasable. Servicio lento. Ya no es cómo era hace unos meses. El pan dulce excelente. Lo demás no.

Todo bien con los alimentos, la pasteleria es ecxelente, lo lamentable es el gerente que es mal educado, y eso hace que pienses regresar a comer